La Base, una organización dedicada a las finanzas solidarias, celebra 20 años de trabajo este año. A pesar de dos décadas de desarrollo, la democratización del financiamiento en el país sigue siendo una asignatura pendiente. El acceso al crédito sigue siendo limitado para las cooperativas de trabajo.
"Lo que hacemos a partir del crédito es fortalecer las experiencias de cooperativas de trabajo y grupos asociativos", explica Leila Carla Litman, integrante de La Base. Trabajan con financiamiento solidario, asistencias técnicas y capacitaciones, y han desarrollado una metodología específica para este sector.
Litman destaca que, como organización, no entregan dinero directamente, sino que construyen proyectos adaptados a las necesidades de las cooperativas. Esto se realiza desde una perspectiva feminista, desafiando el predominio masculino en el campo de las finanzas.
La organización colabora con cooperativas de diversos rubros en todo el país, desde Salta hasta Tierra del Fuego. En conjunto con las cooperativas, diseñan y financian proyectos para satisfacer necesidades específicas, como adquirir materiales para la producción.
En el contexto actual de crisis económica y de lucha por derechos, La Base apuesta por seguir construyendo desde las finanzas solidarias y feministas. Según Litman, es un momento de resistencia, de crear estrategias colectivas para fortalecerse y de seguir abordando cuestiones pendientes, como la necesidad de una política pública de financiamiento para las cooperativas de trabajo.
Litman enfatiza la importancia de reflexionar sobre las finanzas solidarias como una herramienta para el trabajo y la producción, y no como un fin en sí mismo.